Las mujeres negras y mulatas de La Habana de las décadas de 1830 y 1840 "negociaron" su lugar en la sociedad Habanera. Ellas negociaron su inserción en todos los espacios de la ciudad, desde los públicos, como los espacios de la ley, hasta los más íntimos, como los espacios que forjaron con su propia sexualidad. En gran parte estas negociaciones estuvieron enmarcadas dentro de su papel decisivo como agentes mediadoras entre negros y blancos: como esposas, amantes, maestras, nodrizas, cuidanderas y sirvientas, pero también como dueñas de propiedad, empresarias y perseguidoras de sus propias causas legales. Ellas negociaron su participación social y económica en la ciudad a través de sus prácticas diarias, a menudo al margen de reglas urbanas y de tradiciones sociales. Estas prácticas estuvieron en tenso y continuo diálogo con los discursos de las elites modernizadoras tanto criollas como peninsulares. Tales reformadores, que consideraron la creciente participación de estas mujeres en la vida diaria como uno de los aspectos más desordenados de la ciudad, desarrollaron fuertes discursos de orden social y reformas urbanas con el propósito de disciplinar la ciudad en crecimiento. Muchos de estos discursos estuvieron orientados a establecer límites sociales y raciales más claramente delineados (y racionalizados) que trataran de contener, si no las actividades mismas de estas mujeres, por lo menos su influencia en la población capitalina. Fue en este diálogo, siempre desigual y muchas veces violento, que se fue dibujando la geografía moderna de La Habana. [ABSTRACT FROM AUTHOR];
El artículo estudia el proceso histórico mediante el cual la música y la danza provenientes de África y Europa se mezclaron en los llamados "ritmos nacionales", configurando las identidades nacionales en América Latina. Este proceso implicó en cada país complejas negociaciones en asuntos de raza, etnicidad, género y clase social. A manera de ejemplo, el autor profundiza en el ritmo nacional conocido como el candombe uruguayo, pieza central del Carnaval anual de Montevideo desde mediados de 1800. [ABSTRACT FROM AUTHOR];
El artículo sostiene que la ideología nacionalista de armonía e igualdad racial -lo que los académicos contemporáneos han llamado el "mito de democracia racial"- surgió durante las guerras anticoloniales hispanoamericanas de principios del siglo XIX. Factores como la participación de los negros y mulatos en el ejército patriota, el miedo de la elite a la guerra de razas y la poderosa ideología nacionalista que surgió durante las guerras, llevaron a que las nuevas naciones hispanoamericanas "resolvieran" sus conflictos raciales con la creación de un mito nacionalista de armonía e igualdad racial. Este artículo examina el lado intelectual e ideológico de este proceso. A lo largo del texto la autora narra cómo en las Cortes Constitucionales de Cádiz se negó la ciudadanía a los afro-descendientes y cómo, como resultado de estos debates y de la movilización de patriotas negros y mulatos, el discurso patriota empezó a equiparar los derechos de los pardos con la lucha en contra del sistema colonial y el patriotismo con la armonía racial. Es así como se forja una nueva y poderosa ideología nacionalista que afectará las relaciones raciales de los próximos dos siglos. [ABSTRACT FROM AUTHOR];